EAJ-6 Radio Ibérica

Desde que el 1 de octubre de 1922 se constituyó en Madrid el Radio Club de España con la finalidad de acoger en su seno a los interesados en la T.S.H. (Telegrafía Sin Hilos), e impulsar el desarrollo de la radio en nuestro país, cada vez más españoles se esforzaban por captar con sus aparatos de galena o lámparas las distantes emisiones inglesas o francesas que llegaban a España, así como las noticias meteorológicas y de prensa difundidas a las tres y media, y ocho y media de la tarde, por la estación “EGC” del Ministerio de la Guerra en Carabanchel y más tarde por la “EAA” de Aranjuez.
En aquellos albores de la radio en España surgieron aficionados a la emisión que pusieron sus propias señales en el aire a pesar de la prohibición oficial existente.
Durante 1923 la Compañía Ibérica de Telecomunicación, fabricante de equipos de comunicaciones, y dirigida por Antonio Castilla, decidió unirse con la Sociedad de Radiotelefonía Española, dirigida por Carlos De la Riva. De la fusión de ambos grupos surgió la nueva entidad Radio Ibérica, S.A., encargándose de su dirección técnica los hermanos Carlos y Adolfo De la Riva. . En 1923 se instaló en el Paseo del Rey nº 18 de Madrid un pequeño estudio en el taller de fabricación de válvulas electrónicas de la compañia, naciendo así Radio Ibérica.
A mediados de aquél año dieron comienzo en Madrid las emisiones experimentales de Radio Ibérica con un transmisor de 500 vatios diseñado y construido por los Hermanos de la Riva en los propios talleres Radio Ibérica, S.A. Programas musicales, culturales y mensajes comerciales sobre los propios receptores que fabricaban conformaban su parrilla de programación.
Sus emisiones, generalmente los jueves y domingos entre 7 y 9 de la tarde, eran de contenido imprevisible: música de gramófono, cuentos para niños, lecturas, recitales poéticos y algunas conferencias sobre temas diversos. El 22 de diciembre Radio Ibérica alcanzó un enorme éxito entre los madrileños radiando el sorteo de la Lotería de Navidad desde la Casa de la Moneda.
La señal de Radio Ibérica, en una longitud de onda de 392 m., se recibía sin problema en los receptores de galena madrileños, llegando incluso a captarse en Barcelona, Valencia, Zaragoza, Bilbao, San Sebastián, Sevilla y otras capitales.
El 12 de mayo de 1924 esta emisora empezó a emitir una programación diaria incluyendo conciertos del Teatro Real. El éxito de éstos últimos hizo crecer rápidamente la venta de receptores de su fabricación, íntegramente española. De los talleres de Radio Ibérica salían 1500 receptores al mes de varios tipos y precios, desde los de galena hasta los de válvulas. Sin embargo, gracias a los programas de radio, también aumentó la venta de los receptores extranjeros.
A partir del 30 de junio de 1924 la programación de Radio Ibérica incluía una transmisión de la hora oficial (comprobada con el Observatorio Central Meteorológico y la Torre Eiffel), noticias meteorológicas y previsión del tiempo para toda España.
Programación de Radio Ibérica (3 de Julio de 1924):
De 10 a 12 de la noche:
Primera parte:
Programa ejecutado por la célebre orquesta dirigida por el maestro D´Wtrys, “Jazz-Xilophonist”, “Besos de maja”, pasodoble; “April Showers”, Fox-trot; “Madre”, tango; “Ty Tess”, Fox-trot. A continuación la señorita Mercedes Nieto cantará los siguientes cuplés: “Rota la guitarra”, de Font de Anta, letra de J.Mariño; “José Manuel”, de Monreal Landeira, letra de E.Tecglen; “Por una flor”, de Ledesma, letra de Arisón.
Segunda parte:
A las once, transmisión de la hora oficial, noticias metereológicas y previsión del tiempo.
Tercera parte:
“Las estrellas”, conferencia de vulgarización astronómica, por el astrónomo del Observatorio de Madrid, Sr.Gastardi.
Cuarta parte:
“Sweet Melinda”, fox-trot; “Ramón Niza”, chotis; Canciones por la señorita Pepita García; “My Baby´s Armas”, fox-trot; “Legs Up”, one-step.
En 1925 emitía uno de los primeros boletines informativos, “Gaceta Radio”, que incluía crónicas, noticias, sucesos, información de provincias y del extranjero, la cartelera de espectáculos, la crítica teatral y notas de sociedad. Pero en España, al igual que en otros países, colisionaron los intereses económicos de la prensa establecida con el fenómeno emergente de la información radiofónica: los primeros ensayos de Radio Ibérica fueron acremente criticados en la prensa escrita, hasta el punto de que la emisora tuvo que abandonar su pretensión de emitir boletines informativos los domingos ante la presión de los periódicos, que entendían que así se quebraba el descanso dominical que disfrutaba la profesión periodística. Con todo, desde la primera semana comenzó a radiarse, de lunes a sábado, el boletín de Radio Ibérica.
No obstante, diversos problemas económicos y de competencia con otras emisoras emergentes hicieron que Radio Ibérica no pudiese mantener la programación diaria. Hay constancia en periódicos de la época en los que aparecen escritos quejándose por la interrupción de las emisiones:
“Radio Ibérica ha lanzado radiodifusiones diarias durante cierto tiempo; mas ha suspendido éstas; sin duda por considerar que de ellas se aprovechan no sólo sus clientes sino los de otras empresas, las cuales se negaron a colaborar en con los organizadores de las sesiones.”(La Libertad, 26 de marzo de 1924).
“Van transcurridos muchos días y no saborean los galenistas ninguna audición, ni concierto, teniendo que contentarse con percibir las emisiones que, aciertas horas del día lanza la emisora de Carabanchel.”(El Sol, 30 de abril de 1924).
La falta de ingresos para mantener el ritmo de emisiones fue la que llevó a la dirección de Radio Ibérica a buscar el apoyo de un grupo de comercios de material radioeléctrico de Madrid, que se asociaron con el nombre de Radio Madrid, para financiar cuatro horas de la programación de la emisora: de 18 a 19 horas y de 21 a 24 horas bajo el indicativo de la asociación: Radio Madrid. El acuerdo se inició el 12 mayo de 1924, mes a partir del cual coexistieron los dos nombres en una misma frecuencia radiofónica. Las emisiones regulares duraron hasta la llegada del verano.
Pese a emitir programas con cierta regularidad, cuando tuvo lugar la regularización de la radiodifusión comercial en España, esta emisora no solicitó el permiso oportuno, por lo que no fue la primera emisora registrada (la primera fue EAJ-1 Radio Barcelona), Radio Ibérica (EAJ-6) tardó en solicitar su licencia quedando relegada al “sexto puesto”.
En 1926 desaparecería definitivamente de las ondas dejando de emitir.

Comentarios

Bruno Gassín ha dicho que…
Cada vez mejor.
Eduardo Valero ha dicho que…
Hola Belén ¡Enhorabuena por tu blog! Quería comentarte que hemos hecho referencia a tu artículo y te nombramos en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/2015/09/fototeca-ipod-de-los-anos-20-archivo-vernacci.html. Muchas gracias y un cordial saludo! Eduardo Valero
Belén Pérez Zarco ha dicho que…
Muchísimas gracias, Eduardo.

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