Matilde Conesa
Matilde Conesa (Madrid, 13 de abril de 1928) es una actriz de voz española.
Con una voz grave e inconfundible, es una de las más emblemáticas de la historia de la radio en España. Actriz forjada sobre todo en el medio radiofónico, estudió declamación en el Real Conservatorio de Madrid. Su carrera artística comenzó en 1947 cuando se presentó a una prueba en Radio Madrid para el programa Teatro en el Aire, en el que se interpretaban obras de teatro clásico y a través del cual se forjó el mítico cuadro de actores de Radio Madrid. Estaban grabando Los Episodios Nacionales (Benito Pérez Galdós) y necesitaban, para completar el reparto, voces femeninas.
El papel que le tocó,"afortunadamente para ella” (según sus propias palabras), consistía, básicamente, en reírse todo el tiempo. Dice "afortunadamente" porque su risa gustó, y el director Antonio Calderón le firmó un contrato por un año que se fue renovando hasta 1986 (casi cuarenta años estuvo en la SER).
Desde principios de los años cincuenta destacó en radionovelas como Lo que nunca muere (1952) de Guillermo Sautier Casaseca. Pero el personaje que le dio su mayor gloria fue el de Matilde en el serial Matilde, Perico y Periquín, que se emitió entre 1954 y 1971. También participó, desde 1959, en la popular Ama Rosa.
Con posterioridad, ya en 1982, sustituiría a su compañera Juana Ginzo, tras la jubilación de ésta, en el papel de Candelaria, en el último gran serial de la historia de la radio española, La saga de los Porretas, también en la Cadena SER.
Paralelamente a su trabajo en la radio, en 1950 empezó a trabajar como actriz de doblaje en pequeños papeles. Trabajando y aprendiendo pasó un tiempo, hasta que llegó la película Arroz amargo (1949, Giuseppe de Santis). En las pruebas de selección para doblar a la protagonista fue elegida. Esa mezcla de trabajo y suerte, según ella, supuso su primera "protagonista" (Silvana Mangano).
Matilde Conesa es una de esas presencias invisibles pero escuchadas, de las que permanecen para siempre. En la pantalla grande era la voz habitual de actrices de la talla de Lauren Bacall, Bette Davis o Anne Bancroft. Además de ello, dobló a actrices españolas como Amparo Rivelles en Alba de América o Katia Loritz en Las chicas de la Cruz Roja.
En televisión ha intervenido en las series de dibujos animados Vickie, el vikingo, D'Artacan y los tres mosqueperros y David, el gnomo. También fue la voz de la señora Bridges en Arriba y abajo, la Bruja Avería en La bola de cristal o de Angela Channing (Jane Wyman) en Falcon Crest.
A lo largo de su carrera artística ha recibido el Premio Ondas 1955 (Nacionales de radio, Mejor actriz); Premio Ondas 1971 (Nacionales de radio, Mejor actriz); Premio Ondas 1999 (Especial a toda una vida) y el Premio de la Unión de Actores 2007 (Premio especial Una vida de doblaje).
Escucha, en este enlace, la voz de Matilde Conesa doblando a Anne Bancroft en Grandes Esperanzas(1998).
Con una voz grave e inconfundible, es una de las más emblemáticas de la historia de la radio en España. Actriz forjada sobre todo en el medio radiofónico, estudió declamación en el Real Conservatorio de Madrid. Su carrera artística comenzó en 1947 cuando se presentó a una prueba en Radio Madrid para el programa Teatro en el Aire, en el que se interpretaban obras de teatro clásico y a través del cual se forjó el mítico cuadro de actores de Radio Madrid. Estaban grabando Los Episodios Nacionales (Benito Pérez Galdós) y necesitaban, para completar el reparto, voces femeninas.
El papel que le tocó,"afortunadamente para ella” (según sus propias palabras), consistía, básicamente, en reírse todo el tiempo. Dice "afortunadamente" porque su risa gustó, y el director Antonio Calderón le firmó un contrato por un año que se fue renovando hasta 1986 (casi cuarenta años estuvo en la SER).
Desde principios de los años cincuenta destacó en radionovelas como Lo que nunca muere (1952) de Guillermo Sautier Casaseca. Pero el personaje que le dio su mayor gloria fue el de Matilde en el serial Matilde, Perico y Periquín, que se emitió entre 1954 y 1971. También participó, desde 1959, en la popular Ama Rosa.
Con posterioridad, ya en 1982, sustituiría a su compañera Juana Ginzo, tras la jubilación de ésta, en el papel de Candelaria, en el último gran serial de la historia de la radio española, La saga de los Porretas, también en la Cadena SER.
Paralelamente a su trabajo en la radio, en 1950 empezó a trabajar como actriz de doblaje en pequeños papeles. Trabajando y aprendiendo pasó un tiempo, hasta que llegó la película Arroz amargo (1949, Giuseppe de Santis). En las pruebas de selección para doblar a la protagonista fue elegida. Esa mezcla de trabajo y suerte, según ella, supuso su primera "protagonista" (Silvana Mangano).
Matilde Conesa es una de esas presencias invisibles pero escuchadas, de las que permanecen para siempre. En la pantalla grande era la voz habitual de actrices de la talla de Lauren Bacall, Bette Davis o Anne Bancroft. Además de ello, dobló a actrices españolas como Amparo Rivelles en Alba de América o Katia Loritz en Las chicas de la Cruz Roja.
En televisión ha intervenido en las series de dibujos animados Vickie, el vikingo, D'Artacan y los tres mosqueperros y David, el gnomo. También fue la voz de la señora Bridges en Arriba y abajo, la Bruja Avería en La bola de cristal o de Angela Channing (Jane Wyman) en Falcon Crest.
A lo largo de su carrera artística ha recibido el Premio Ondas 1955 (Nacionales de radio, Mejor actriz); Premio Ondas 1971 (Nacionales de radio, Mejor actriz); Premio Ondas 1999 (Especial a toda una vida) y el Premio de la Unión de Actores 2007 (Premio especial Una vida de doblaje).
Escucha, en este enlace, la voz de Matilde Conesa doblando a Anne Bancroft en Grandes Esperanzas(1998).
Comentarios
Una voz femenina quedó grabada en mi memoria como cual tal tatuaje. Es,Dña. Matilde Conesa.
Ahora al ver su foto,su extenso palmarés profesional, y recordar tantos seriales que realizó mis ojos irremediablemente se han humedecido.
Escuchando su magistral voz a través de aquella radio Telefunken de baquelita fueron muchas las tardes de aquel niño que con anhelo deseaba que empezaran a emitirse los seriales.
Gracias Doña Matilde.Si,gracias por haber contribuido a atenuar la soledad de aquel niño en unos tiempos que aunque ya pasados aún sigue perviviendo en mi su compañia radiofonica, como toda la de aquel excelente elenco del cuadro de actores de Radio Madrid.
Mi homenaje particular a Dña Matilde Conesa y a todos aquellos que en nuestro pasado nos hicieron vivir con intensidad grandes momentos en el mágico mundo de la radio.